Material copiado

Casi todo el material publicado en este blog, ha sido extraido de ANTORCHA órgano de comunicación del Partido Comunista de España (reconstituido). Otros que pertenecen a otras fuentes, son siempre bién señaladas.
Son trabajos con una estupenda elaboración y se trata de publicitarlos lo máximo posible en estos tiempos que corren.
Son imprescindibles.
No he podido pedir autorización para la publicación de los mismos, pero estoy seguro de que contaría con ella sin duda alguna.
Salud y República Popular.

lunes, 16 de julio de 2012

Zoia Voskresenskaia-Ribkina ( 1907 - 1992 )


La verdadera biografía de una espía soviética

Ahora sí que puedo contar toda la verdad
Yuri Plutenko, 22 de mayo de 2007
http://www.voltairenet.org/article148357.html

El pasado 28 de abril [de 2007] se cumplieron 100 años del nacimiento de Zoia Voskresenskaia-Ribkina. Muchos la conocen ahora como escritora infantil pero muy pocos saben que durante un cuarto de siglo fue agente del servicio de inteligencia exterior [soviético]. Sus partes de excepcional importancia estratégica entraban en los despachos de máximos dirigentes del país. La geografía de sus actividades de agente abarcaba China, Alemania, Austria, Finlandia, Suecia. La tirada total de los libros que ha escrito es más de veinte millones.
Sus condecoraciones hablan por sí mismas: la Orden de Lenin, la de la Revolución de Octubre, de la Bandera Roja del Trabajo, de la Guerra Patria, dos Órdenes de la Estrella Roja y numerosas medallas. Uno puede pensar que era fácil prestar este servicio y ser promovido a coronel del servicio de inteligencia.
He aquí un hecho señalado. Se rumoraba que cuando a Voskresenskaia se la recomendaba para concederle una Orden de Lenin, Beria dijo: ¿Para qué diablos vamos a condecorar a la mujer con la máxima condecoración soviética?
Zoia Voskresenskaia nació el 28 de abril en la estación Uzlovaia, municipio de Bocharovo, gobierno de Tula. A la edad de catorce años empezó su vida laboral: trabajó de bibliotecaria y copiante en el estado mayor de las unidades especiales del Cheka, comisaria política en un centro correccional de menores y trabajadora del departamento de transporte del Ministerio del Interior. La admiten en el Partido Comunista y contratan para trabajar en los órganos de seguridad. En Moscú Zoia hace prácticas especiales vinculadas con las actividades de agente: santos y señas, escondites, vigilancia, etc. En agosto de 1929 se hace agente del servicio de inteligencia externa. Ya en calidad de agente de inteligencia Zoia Voskresenskaia es mandada a cumplir su primera misión en Harbin, China, adonde llega como secretaria de la empresa petrolera soviética Soyuzneft. El primer viaje al exterior tuvo éxito. Durante dos años Zoia cumplió misiones asignadas por el Centro en una época caracterizada por reñidas pugnas en el Ferrocarril Oriental Chino.
Después de volver a Moscú, a Zoia Voskresenskaia la envían a Berlín y Viena para aprender el idioma y acostumbrarse a las condiciones especiales de la vida en Europa para luego realizar actividades ilegales. Le enseñaron el dialecto y reglas de urbanidad.
A comienzos de 1935 Zoia Voskresenskaia fue enviada a Finlandia como jefa adjunta de la red de agentes secretos. En Helsinki recababa información expeditiva sobre planes de la Alemania nazi. Trabajó con éxito en Finlandia cuatro años. Allí en 1936 se casó con el legendario agente de inteligencia soviético Boris Ribkin. En Finlandia ella representa la empresa Intourist y es vicejefe de estación, mientras que su elegido era conocido como cónsul Yartsev. La sede del Servicio de Inteligencia les bendijo el matrimonio mediante un mensaje criptografiado.
Después de regresar de Helsinki, Zoia Voskresenskaia-Ribkina se hace funcionaria del aparato central del servicio de inteligencia externa, y a comienzo de 1941 la promueven al cargo de vicejefe del departamento alemán. Fue justamente ella quien trabajó con los mensajes sobre la invasión enviados por nuestros valiosos agentes en Berlín Alférez y Corso (que formaban parte de la famosa Orquesta Roja) quienes informaban sobre los planes de Alemania de agredir a la URSS. Zoia Voskresenskaia se hizo una de las principales analistas en el servicio de inteligencia.
En abril de 1941, Arvid Harnak (El Corso), quien era funcionario del Ministerio de Economía del Reich nazi y uno de los dirigentes de la Orquesta Roja, informaba al Centro, citando a unos allegados de Rosenberg: La cuestión del ataque armado contra la URSS está decidida.
Otro agente valioso, el teniente primero del Ejército Alemán, Harro Schulze-Boisen (El Alférez), era sobrino del gran almirante Tirpiz y funcionario del Ministerio de Aviación y del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas de Alemania. Ese mismo mes comunicó lo siguiente: La cuestión de la agresión de Alemania a la Unión Soviética está decidida definitivamente. Su comienzo debe esperarse en los próximos tiempos. Zoia Voskresenskaia presentó a sus superiores una memoria relativa a los planes bélicos del mando alemán. El 17 de junio de 1941, el jefe del servicio de inteligencia, Pavel Fitin, firmó este parte y presentó a Stalin.
Nuestra memoria -recordaba en aquel período Zoia Voskresenskaia- resultó bastante voluminoso, mientras que el resumen era breve y conciso: estamos a las puertas de una guerra. Todas las actividades militares que Alemania realizaba con vistas a invadir a la URSS están totalmente concluidas, y de un momento a otro puede esperarse un ataque.
El servicio de inteligencia informaba sobre la amenaza de guerra ya desde noviembre de 1940. En aquellos momentos Zoia Voskresenskaia formó un expediente en que se recogían datos importantes sobre la amenaza bélica alemana. El análisis de datos recogidos lo hacía junto con Pavel Zhuravliov, jefe del departamento alemán de nuestro servicio de inteligencia.
La cartera que Zoia Voskresenskaia y Zhuravliov reunieron contenía documentos que infundían alarma.
Estos materiales, indicaba Pavel Sudoplátov, nos ayudaban a seguir el desarrollo de los acontecimientos e informar a los dirigentes soviéticos sobre las tendencias básicas de la política militar alemana. Los materiales del expediente arriba mencionado a veces se ponían en conocimiento de Stalin y Molotov.
Poco antes del comienzo de la Gran Guerra Patria, en mayo de 1941, el embajador de Alemania en la URSS, el conde von Schulenburg dio una recepción oficial en la embajada. Hacia aquel momento Schulenburg ya sabía que Alemania agrediría a la URSS porque acababa de regresar de Berlín donde el Führer le había dado audiencia. Schulenburg era adversario fervoroso de la invasión contra la Unión Soviética. Después de que le presentó a Hitler su informe sobre la situación en la URSS, el Führer le dijo sobre el Plan Barbarossa. El embajador intentó disuadir a Hitler de hacerlo, demostrando que los rusos no quieren una guerra con los alemanes pero éste sólo le ordenó regresar a Moscú y preparar la misión diplomática para el cierre.
Durante aquella memorable recepción Schulenburg se fijó en una mujer vistosa y decidió invitarla a bailar. Esta mujer bonita era precisamente Zoia Voskresenskaia. La danza era poco común: valseando, pasaron de una sala a otra. Era claro que el embajador alemán quería mostrarle a su acompañante lo que pasaba en la embajada. Zoia se dio cuenta de que la embajada se disponía a evacuarse: en el centro de las salas y despachos estaban reunidos maletas, cajas, sacos. Los armarios estaban vacíos, sin libros ni jarrones. Hasta en las paredes se veían manchas rectangulares: se habían sacado los lienzos que estaban allí desde hacía muchos años. Además, notó que el personal de la embajada estaba reducido al mínimo, hecho que confirmaba una vez más que la información que poseía el servicio de inteligencia. Un par de horas después informó de todo lo que había visto a sus jefes quienes, a su vez, informaron a Stalin.
En 1944, el ex embajador de Alemania en la URSS fue ejecutado por los nazis por haber participado en la operación encabezada por el coronel von Stauffenberg (atentado contra Hitler).
Inmediatamente después del comienzo de la guerra, formando un Grupo Especial, Zoia Voskresenskaia se ocupaba de seleccionar, instruir y enviar a la retaguardia enemiga numerosos grupos de sabotaje y espionaje.
A fines de otoño de 1941 el matrimonio Ribkin llegaron a Suecia, teniendo asignada la misión de organizar la observación del tránsito militar alemán, crear grupos de agentes y realizar propaganda antifascista.
Zoia Voskresenskaia fue la primera en enterarse de los planes de Alemania de desarrollar armas atómicas.
En 1942, por orden del Centro Zoia escogió a un enlace a quien se le asignó la misión de entregar claves a la famosa Orquesta Roja. Se tenía que entregarle los claves para la radio. Ella cogió un trozo de tejido fino y lo pegó a una hoja de papel, metió esta capa combinada en la máquina de escribir y mecanografió la cifra, la forma de utilizarla y condiciones de trabajo de la radio. Luego cortó los pedazos de tejido y lo quitó del papel. El texto mecanografiado resultó ser absolutamente invisible, y sólo podía leerse si el tejido se aplicaba al papel. Luego compró dos corbatas absolutamente iguales, descosió una de ellas, sacando de su interior una parte del forro de franela que se adhiere al cuello. La sustituyó con el tejido plegado en ocho que contenía el texto mecanografiado.
Zoia Voskresenskaia prestó una inapreciable ayuda a la embajadora soviética en Suecia, Alexandra Kollontai, en sostener negociaciones secretas con el primer ministro de Finlandia y otros partidarios de las relaciones pacíficas con la URSS.
Después de la guerra la suerte fue desfavorable a la coronela Voskresenskaia. En 1947, cerca de Praga murió en un accidente de carretera su marido Boris Ribkin.

Más tarde, al evocar sus sensaciones que tenía durante sus primeras vacaciones después de la guerra, ella escribía: Aquella noche antes de la despedida yo sollozaba no se sabe por qué. Quería gritar y decir que no nos veríamos más. El sol se apagó, y en yo me siento hundida en la negrura de la noche y suspendida sobre un precipicio terrible y profundo cuyo fondo me atrae. Pero no me perdonarías si me despeñara. Vivo como un ave con alas rotas. ¡Cómo te echo de menos! Con estas palabras se dirigía Zoia a su marido muerto. En su archivo se encontraron seis cartas parecidas remitidas a Boris. Después de su muerte ella vivió 45 años más sin casarse nunca más.
A comienzo de 1953 la coronela Voskresenskaia partió para Berlín por orden personal de Beria para cumplir una misión especial. Ya no era secreto que la famosa actriz Olga Chejova, que estaba entre los allegados de Hitler, estaba vinculada con los servicios de inteligencia soviéticos. Lavrenti Beria, quien abrigaba los planes de unificar las dos Alemanias, tenía pensado emplearla para las negociaciones con el canciller de la RFA, Konrad Adenauer. En función de esta empresa, el 26 de junio de 1953 tuvo lugar el encuentro entre Olga Chejova y la jefe del departamento alemán del servicio de inteligencia externa, Zoia Voskresenskaia. Por ironía del destino, ese mismo día Beria fue arrestado. En vista de la detención de Beria, ella regresó a Moscú, obedeciendo la orden del Centro. Después de Beria fue detenido el teniente general Pavel Sudoplatov, jefe de la Cuarta Dirección del Comisariado del pueblo para asuntos del interior, con quien Zoia Voskresenskaia trabajó hombro a hombro durante veinte años, incluido el período cuando estaba en condiciones ilegales, y quien era su jefe inmediato en los primeros meses de la guerra. Pronto se efectuó una ola de purgas entre agentes de seguridad a quienes se les acusaba de tener vínculos con Beria. Teniendo en cuenta los numerosos méritos de Zoia Voskresenskaia ante la Patria, le dieron la posibilidad de trabajar un poco más. Un año antes de jubilarse fue destinada a Vorkutá donde tenía que ocupar el cargo de teniente primero en calidad de jefe de departamento especial de una prisión. Después de trabajar dos años se jubiló. Algún tiempo después salió a luz el primer libro de Zoia Voskresenskaia.
Desde ese momento empezó una nueva vida de Zoia Voskresenskaia. Por primera vez su nombre aparece en la editorial Literatura Infantil en 1956 bajo la novela corta dedicada a los jóvenes comunistas que soñaban con pelear contra los fascistas a lado de los republicanos españoles. A pesar de que esta novela tenía, como se expresó el redactor, pasajes que presentaba cierto interés, el manuscrito no fue publicado. Le aconsejaron escribir relatos. Una persona dotada siempre es dotada. Así aparecieron publicados sus numerosos relatos como Zoika y su abuelito Sanka, El Panecillo, La Primera Lluvia. Su dilogía El Corazón de la Madre y La fidelidad de la Madre fue llevada a la pantalla, y la película A través de las Tinieblas Heladas fue filmada a base de su guión. Tan sólo durante el período de 1962 a 1980 sus libros fueron editados en una enorme tirada de 21.642.000 ejemplares. Como Premio Estatal, Zoia Voskresenskaia pronunciaba discursos en asambleas de rastreadores rojos, comparando el trabajo de los niños con el de los agentes de inteligencia, sostenía vínculos con orfanatos, les daba sus honorarios y les mandaba libros nuevos. Pertenece a la pluma de la escritora la novela El Cónsul, la novela corta Una niña en medio del Mar Embravecido, los relatos Un Nido en el Balcón, La Orquesta, Una niña con Trenzas, Los Gavilanes, Un Sol Perezoso y muchos otros. En 1974 se publicaron tres tomos de sus obras.
Vivió hasta una época en que los partidarios de la perestroika comenzaron a retirar sus libros de las bibliotecas: tanto la novela El Cónsul, dedicada al amor y al servicio a la Patria como relatos, hasta los dedicados a los pájaros.
Estando ya enferma, Zoia Voskresenskaia supo que sus actividades dejaron de ser secretas.
Comenzó a escribir su última obra que se titula Ahora sí que puedo contar toda la verdad.
Zoia Voskresenskaia-Ribkina falleció el 8 de enero de 1992, sin poder vivir unos meses hasta que saliera a luz su libro. El día del sepelio, uno de los diarios capitalinos escribió que Zoia Voskresenskaia ha servido toda su vida a la Patria.
P.S. El autor expresa su agradecimiento a Serguei Ivanov, jefe de la oficina de prensa del Servicio de Inteligencia Externa de Rusia por haberle prestado ayuda para escribir este artículo.

miércoles, 11 de julio de 2012

Rudolf Abel ( 1903 - 1971 )

Rudolf Abel, el espía que ayudó a la URSS a crear la bomba atómica

Ria Novosti, 17 de mayo de 2007
http://www.voltairenet.org/article148356.html

El coronel Rudolf Abel, quien dirigió a mediados del siglo pasado la red de inteligencia rusa en EEUU, es un hombre leyenda conocido en todo el mundo. Este año se cumplen 50 años desde que el famoso agente soviético fue detenido en Nueva York.
El 14 de octubre de 1957 se inició en un tribunal de Nueva York el escandaloso proceso contra Rudolf Ivánovich Abel. La acusación de espionaje a favor de la URSS podía derivar en la sentencia de muerte o cadena perpetua.
Solamente en la década del 90, terminada ya la Guerra Fría, el Servicio ruso de Inteligencia (SVR) hizo público el verdadero nombre del agente que en el momento del arresto se había identificado como Rudolf Abel.
Rudolf Abel se llamaba en realidad Vílyam Guénrijovich Fisher. Nació el 11 de julio de 1903 en Newcastle-upon-Tyne (Inglaterra), en una familia de emigrados políticos rusos. Su padre, de ascendencia alemana, procedía de la provincia de Yaroslavl; y la madre era oriunda de Sarátov. Ambos habían militado en el movimiento revolucionario y fueron deportados en 1901. Se asentaron finalmente en Inglaterra, que es donde nació su hijo.
Vílyam era un niño tácito, tenaz y de honestidad extraordinaria. Leía mucho y aprendía fácilmente pero tuvo que dejar la escuela a causa de problemas financieros y se puso a trabajar como dibujante auxiliar en una oficina de diseño. Paralelamente, siguió estudiando las asignaturas escolares en plan autodidacta. Gracias a su talento, pudo matricularse en una universidad británica cuando tenía 16 años pero, al poco tiempo, los Fisher decidieron repatriarse a Rusia.
Una vez en Moscú, Vílyam ingresó en el Instituto de Estudios Orientales pero pudo estudiar solamente un año. Le llamaron al servicio militar y le enviaron a un regimiento de radiotelegrafistas. Más tarde fue trasladado a un centro de investigación del Ejército del Aire y, en 1927, al servicio de seguridad. Poco a poco, Fisher fue escalando posiciones en la red de inteligencia hasta ascender a jefe de Radiotransmisiones. Se le encomendaban las tareas más importantes, incluidas dos misiones secretas en el extranjero.
En 1938 fue despedido sin explicaciones algunas. Se cree que Lavrenti Beria, nuevo jefe del poderoso NKVD (Comisariado del Interior), desconfiaba de cualquier persona que hubiese tenido contacto con los llamados enemigos del pueblo. Durante largo tiempo, Vílyam Fisher no pudo encontrar trabajo alguno y, cuando estaba totalmente desesperado, optó por un último recurso: escribió una carta al Comité Central del Partido Comunista. La medida surtió efecto. Fisher consiguió empleo en una planta aeronáutica y trabajó allí hasta que Alemania atacó a la Unión Soviética. En septiembre de 1941, a Fisher le propusieron volver al NKVD.

Operación Berezino

Durante la guerra, Fisher trabajó en la Dirección IV del Comisariado de Seguridad, estructura que se especializaba en la labor subversiva y de inteligencia en las zonas del país ocupadas por el enemigo. Hay poca información sobre aquel período de su biografía pero se sabe que Fisher participó en la Operación Berezino.
Cuando Bielorrusia ya estaba liberada, el servicio secreto usó a los prisioneros de guerra alemanes para formar en su territorio un importante grupo guerrillero, que supuestamente continuaba peleando con el Ejército Rojo desde la retaguardia. La dirección del grupo mantenía comunicación regular con los mandos militares en Alemania y les informaba sobre diversos actos de sabotaje que, en realidad, eran ficticios. Para apoyar a la guerrilla, los alemanes les enviaban equipos de radio, víveres, municiones y agentes. Todo ello caía en manos rusas.
Fisher se encargó del control sobre el equipo de radiotelegrafistas enviados desde Berlín para pasarle al enemigo la información conveniente. Algunos espías alemanes aceptaron colaborar; otros fueron eliminados. Aquel juego, conocido como Operación Berezinó, se prolongó desde agosto de 1944 hasta mayo de 1945.
Se supone que en aquel período Vílyam Fisher hizo amistad con un colega, R.I.Abel, cuyo nombre usaría durante el arresto.
Después de terminada la Segunda Guerra Mundial, Vílyam Fisher, alias Mark, fue enviado a EEUU. En noviembre de 1948 se inició una misión que se prolongó por 14 años.
Usando un nombre falso, de Emil Robert Goldfus, Mark se instaló en la zona de Brooklyn, en Nueva York, y procedió a la creación de una amplia red de agentes que mantendría comunicación constante con Moscú, generaría su propio sistema de codificación e iba a funcionar exitosamente durante muchos años.
Entre los agentes reclutados por Mark estaban Morris Cohen y su esposa Leontina, la cual demostró una valentía y un ingenio extraordinarios para obtener datos secretos desde el laboratorio nuclear estadounidense de Los Álamos. Gracias a esta información, la URSS pudo fabricar su primera bomba atómica en plazos más breves.
El grupo de Mark informaba a Moscú sobre los preparativos estadounidense para la Tercera Guerra Mundial. Entre otras cosas, había un plan para lanzar contra el territorio soviético 300 bombas atómicas. Ocho bombas se reservaban para la capital, Moscú, y otras tantas, para Leningrado, la segunda en importancia ciudad del país.

Arresto

La red de espionaje montada por Mark funcionó con éxito hasta la llegada de Reino Heihanen (Konstantín Ivanov), teniente coronel de la KGB que Moscú le envió en calidad de auxiliar. Mark le entregó a Heihanen una suma importante para crear un laboratorio fotográfico, y para que ayudara a la esposa de un agente que estaba en prisión. Sin embargo, Heihanen prefirió gastar el dinero en bebidas alcohólicas, amantes y otras diversiones. Faltó en varias ocasiones a las citas fijadas y en 1955, cuando Mark estaba de vacaciones en la patria, colocó toda la red al borde del fracaso. Moscú decidió revocarlo pero Heihanen incumplió las órdenes. Es más: delató a su jefe a la CIA y empezó a colaborar con los servicios secretos de EEUU.
En 1957, Mark fue arrestado por detectives del FBI en un hotel. A título oficial, la URSS no se dedicaba al espionaje en aquella época, de manera que Mark, para informar al Centro sobre el percance, se identificó con el nombre de un amigo y colega suyo, Rudolf Abel, muerto anteriormente en una misión secreta. Cuando la prensa dio a conocer la detención de un espía soviético, llamado Rudolf Abel, los jefes de Mark se dieron cuenta de que era Vílyam Fisher.
Durante la investigación, él rechazó todo vínculo con servicios secretos, se negó a prestar declaraciones ante el tribunal y no se dejó tentar por las propuestas de colaboración.
Rudolf Abel fue condenado a 37 años de cárcel. Después de emitida la sentencia, en 1957, lo pusieron en una celda solitaria de la prisión preventiva de Nueva York y, más tarde, lo trasladaron a un centro penitenciario de Atlanta. Mientras iba cumpliendo la condena, él se entretenía resolviendo problemas matemáticos, estudiaba la teoría del arte y pintaba al óleo.

Repatriación

El 10 de febrero de 1962, Rudolf Abel fue canjeado en Berlín por Francis G. Powers, piloto estadounidense que cumplía condena en una cárcel soviética, bajo la acusación de espionaje, después de que su avión fuese derribado en la región rusa de Sverdlovsk, en mayo de 1960.
Después de un período de reposo y tratamiento médico, Fisher se integró en la dirección del servicio de inteligencia y participó, entre otras cosas, en la formación de nuevos agentes.
Murió el 15 de noviembre de 1971 y fue enterrado en el cementerio Donskoie de Moscú.
El coronel Vílyam Fisher fue condecorado con numerosas órdenes y medallas soviéticas por su inapreciable contribución a la defensa de la seguridad nacional.
Su trayectoria inspiró tres libros: El escudo y la espada (Schit y mech), de Kozhévnikov; Desconocidos sobre un puente (Strangers on a bridge), de James B. Donovan, el abogado estadounidense de Rudolf Abel; y Un cazador patas arriba (Ojotnik vverj nogami), de Kiril Jenkin, amigo y discípulo del famoso agente soviético.

martes, 3 de julio de 2012

Carmen López Sánchez (1955-1979)

Conocida entre nosotros con el nombre de Ana, Carmen nació en en el barrio de Quintana Madrid) en el seno de una extensa familia de trabajadores.
A golpe de tenacidad, estudió hasta el preuniversitario. Siempre con un cigarro en la boca, sentía fascinación por la lectura, una curiosidad insaciable por las cosas sencillas de la vida; todo le interesaba, por todo se preocupaba. Tras estudiar, trabajó en las oficinas de Avon y, finalmente, como obrera en los talleres textiles de Intelsa.
Se integró en la OMLE en 1970 donde, junto con su compañero Raúl Calero Arcones, su trabajo político dejó una huella duradera entre los obreros de Getafe y Villaverde. En plena etapa franquista ambos fueron detenidos y encarcelados en tres ocasiones cuando repartían octavillas y en asambleas de los obreros metalúrgicos. Tuvieron que pasar a la clandestinidad.
Formó parte de la red clandestina de distribución de propaganda, una de las tareas más peligrosas porque había que desplazarse por todas partes con grandes y pesadas bolsas que la policía podía detectar con cierta facilidad en las estaciones de autobuses, trenes, metro y a la puerta de la fábricas.
Luego se incorporó al aparato central de impresión de propaganda y al comité de redacción de las publicaciones. En la Escuela de Cuadros del Partido impartió clases a los camaradas menos experimentados.
En 1977 fue elegida por el aparato de propaganda para participar en nuestro II Congreso.
Ese mismo año, tras la detención del Comité Central fue elegida para formar parte de la Comisión de Propaganda del nuevo Comité Central. En nuestro órgano central Bandera Roja aparecieron varios artículos suyos firmados bajo los nombres de Lidia Chacón y Aida Lafuente.
Carmen destacó siempre por la defensa de la mujer trabajadora y con su imborrable ejemplo demostró que la mujer podía dar ejemplo integrándose plenamente en la lucha revolucionaria y asumiento las más arriesgadas tareas clandestinas. Por eso, comprendiendo que la lucha armada era un elemento clave de la resistencia antifascista, en diciembre de 1978 se integró en los GRAPO.
Su foto y la de su compañero fueron incluidas en un cartel distribuido por el Ministerio del Interior llamando a la delación de los terroristas más peligrosos, a pesar de que al estar embarazada de varios meses ya no intervenía en operativos armados. Llego a tener que dormir en portales, debajo de coches, manteniendo a raya el hambre, para eludir el cerco policial.
Con 24 años fue asesinada en Rincón de Ademuz (Teruel) en un control tráfico de la Guardia Civil el 26 de mayo de 1979 a las dos de la tarde. Pocas horas antes su compañero había tenido un enfrentamiento armado con la policía en Sevilla y nada más descender del vehículo en el que viajaba fue acribillado a tiros por la Guardia Civil. Para defenderle Carmen descendió entonces del coche y apenas le dio tiempo a tratar de coger su arma porque le dispararon en la cabeza y el arma cayó a sus pies. Arrojando sangre por la boca, pidió otro arma; fueron sus últimas palabras. Los guardias civiles la arrojaron a la cuneta y allí la dejaron desangrarse sin mlestarse siquiera en llamar a una ambulancia.
Es la primera mujer que ha caído en España combatiendo al fascismo coronado con las armas en la mano. Sus camaradas le pusieron su nombre a la Comuna de la cárcel de Yeserías de presas políticas.

Raúl Calero Arcones (1954-1979)

Conocido entre nosotros con el nombre de López, Raúl nació en Madrid en el seno de una familia obrera y antifascista que había combatido en la guerra civil y, en la posguerra, todo el horror de la sanguinaria represión de la hienas falangistas. Ahí se formó su personalidad antifascista. Poniéndose a trabajar muy joven como botones para ayudar a su familia, aún sacó tiempo y ganas para estudiar electrónica.
Trabajó desde muy joven como obrero en la fábrica aeronáutica CASA de Getafe (Madrid) y se integró en las juventudes revisionistas, siendo detenido y pasó varios meses encarcelado en una ocasión. Rompió con los revisionistas en 1971 para integrarse en la OMLE.
Creó un fuerte círculo de obreros de CASA vinculado a la OMLE y más tarde fue distribuidor de propaganda y miembro del aparato clandestino de impresión de nuestro Partido, pasando finalmente a formar parte de la Comisión de Organización del Comité Central.
Fue detenido otras dos veces y encarcelado otras tantas. De la firmeza de Raúl, de su entrega sin reservas a la causa, habla su respuesta a la detención del Comité Central en Benidorm: Camaradas, estamos en guerra, hay que vencer o morir.
En diciembre de 1978 quiso incorporarse a la lucha armada y fue tiroteado el 25 de mayo 1979 en Sevilla en una emboscada en la que resultó herido y detenido otro militante. Imediatamente todas las fuerzas represivas fueron puestas en estado de alerta y literalmente patas arriba varios pisos francos así como el tren Sevilla-Barcelona.
Con 25 años de edad, los mataron a él y a su compañera Carmen López Sánchez en Rincón de Ademuz (Teruel) en un control de la Guardia Civil el 26 de mayo de 1979 a las 2 de la tarde.
En 1987, su madre, su hermana y un amigo fueron detenidos y encarcelados en Cuenca tras visitar su tumba.
Su hermano Joaquín ha estado 20 años preso.
Y si caigo
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo
sacudí.
José Espronceda:
Canción del pirata