Este legendario general vietnamita nació en la aldea de Una Xa,
provincia de Quang Binh el 25 de agosto de 1911. Era hijo de un
campesino que, aunque carecía de tierras, sabía leer y escribir y luchó
toda su vida contra el régimen colonialista impuesto a su país.
En 1926, siendo aún muy joven, comenzó a luchar por la liberación de
Vietnam en el instituto en el que estudiaba. Se incorporó al Menh Dang
del Tan Viet y, dos años más tarde, al Quoc hoc, organizaciones
clandestinas que realizaban agitación contra la ocupación extranjera.
En 1930 fue detenido y condenado a tres años de prisión, pero fue liberado algunos meses después.
En 1933 entró en la universidad de Hanoi, aunque dos años después le expulsaron por realizar agitación revolucionaria.
En la universidad conoció a Dang Xuan Khu, que más adelante
adoptaría el seudónimo de Truong Chinh, el principal ideólogo del
comunismo vietnamita. Fue él quien incorporó a Giap al Partido Comunista
de Indochina.
En 1937 logró terminar sus estudios de Derecho en la universidad y
comenzó dar clases de historia en un instituto de Hanoi, aunque en
realidad se dedicaba a organizar a los profesores y alumnos en la lucha
revolucionaria.
En 1939 publicó su primer libro, juntamente con Truong Chinh, titulado La cuestión campesina
donde analizaban el papel que debían desempeñar los jornaleros del
campo como aliados del proletariado vietnamita en el proceso
revolucionario.
El año anterior se había casado con una tailandesa, Dang Thi
Quang, también militante comunista, y cuando al año siguiente el Partido
Comunista de Indochina fue prohibido, Giap escapó a China, donde
conoció a Ho Chi Minh y estudió las tesis de Mao Zedong sobre la guerra popular prolongada y la guerra de guerrillas, que luego aplicaría magistralmente a su propio país.
Pero la policía francesa detuvo a su mujer y a su cuñada y las
utilizó como rehenes para presionar a Giap y lograr que se entregara. La
represión fue feroz: su cuñada fue guillotinada y su mujer condenada a
cadena perpetua, muriendo en la prisión después de tres años a causa de
las brutales torturas. Los verdugos también asesinaron a su hijo recién
nacido, a su padre, a dos hermanas y a otros familiares.
En mayo de 1941 en la conferencia de Chingsi (China), junto con Ho Chi Minh,
funda el Dong Minh (Liga Vietnamita para la Independencia), más
conocido como Vietminh, para agrupar las fuerzas antijaponesas en un
único frente de liberación nacional.
Ese mismo año Giap se traslada a las montañas del interior de
Vietnam para iniciar la guerra de guerrillas. Allí estableció una
alianza con Chu Van Tan, dirigente del Tho, un grupo guerrillero de una
minoría nacional de Vietnam del noreste. Giap comenzó a construir el
Tuyen Truyen Giai Phong Quan, un ejército capaz de expulsar al ocupante
francés y sostener el programa del Vietminh.
Inició una campaña de dos años de propaganda armada y de
reclutamiento, convirtiendo a los campesinos en guerrilleros con una
combinación del entrenamiento militar y la formación política comunista.
A mediados de 1945 tenía ya unos 10.000 hombres bajo su mando y pudo
pasar a la ofensiva contra los japoneses que ocupaban todo el sudeste de
Asia.
Junto con Ho Chi Minh, Giap dirigió sus fuerzas hacia Hanoi en agosto de 1945, y en septiembre Ho Chi Minh pudo proclamar la independencia de Vietnam, con Giap al mando del ejército revolucionario.
En la posterior guerra contra el colonialismo frances, Giap
demostró la superioridad de la guerra popular sobre las fuerzas
imperialistas obteniendo una espectacular victoria el 7 de mayo de 1954
en la decisiva batalla de Dien Bien Phu, una valle situado a unos 300
kilómetros al oeste de Hanoi en el que se habían atrincherado las
fuerzas ocupantes francesas, confiadas en la protección de las montañas y
en conseguir batir a las fuerzas revolucionarias cuando descendieran.
De los 15.094 mercenarios franceses que se agruparon en Dien Bien
Phu, después de casi seis meses del sitio, solamente 73 lograron
escapar del cerco, mientras que 5.000 murieron y 10.000 fueron
capturados. Giap y el general Denhg lanzaron un asalto frontal a la
guarnición que arrojó a los colonialistas franceses definitivamente de
Indochina. El ejército de Giap y Denhg padeció la muerte de 25.000
combatientes.
Giap y Denhg derrotaron a los imperialistas con una acumulación
logística extraordinaria y un uso eficaz de la artillería bien
protegida. Los 60 cazabombarderos norteamericanos B-29 que acudieron en
apoyo de la guarnición francesa, no lograron su objetivo, obligando a
los imperialistas a diseñar un plan criminal elaborado por el almirante
norteamericano Radford y el general francés Navarre consistente en
arrojar bombas nucleares contra las fuerzas revolucionarias.
La campaña de Dien Bien Phu fue la primera gran victoria de un
pueblo colonial y feudal, con una economía agrícola primitiva, contra un
experimentado ejército imperialista sostenido por una industria y
pujante moderna bélica. Los más concidos generales franceses (Leclerc,
De Lattre de Tasigny, Juin, Ely, Sulan, Naverre) fracasaron uno tras
otro frente a unas tropas integradas por campesinos pobres pero
decididas a luchas hasta el final por su país y por el socialismo. Los
gobiernos de París fueron cayendo también a medida que sus generales
eran derrotados en los alejados arrozales, poniendo al descubierto la
fragilidad de la IV República.
Vietnam resultó dividido y Giap fue nombrado ministro de Defensa
del nuevo gobierno del Vietnam del norte que, al tiempo que continuaba
la guerra popular, se esforzaba por construir una nueva sociedad
socialista.
Como comendante del nuevo ejército popular, Giap dirigió la lucha
en la guerra de Vietnam contra los nuevos invasores norteamericanos en
el sur del país, que una vez más comenzó bajo la forma de guerra de
guerrillas. Los primeros soldados estadounidenses murieron en Vietnam
cuando el 8 de julio de 1959 el Vietcong atacó una base militar en Bien
Hoa, al noreste de Saigon. Ese año más de 1.000 lacayos del imperialismo
americano fueron ajusticiados por los guerrilleros del Vietcong y antes
de 1961 otros 4.000 habían caido.
Cuatro presidentes americanos lucharon sucesivamente contra
Vietnam, dejando el rastro de sangre de 57.690 mercenarios americanos
ejecutados. Por parte vietnamita murieron 600.000 combatientes pero
finalmente los Estados Unidos fueron obligados a salir del país en 1973.
Dos años más tarde el país fue reunificado, cuando un tanque del
ejército revolucionario embistió la valla de protección de la embajada
americana, mientras los últimos imperialistas huían precipitadamente en
un helicóptero por el tejado del edificio.
A partir de entonces Giap siguió siendo ministro de Defensa de
Vietnam y miembro de pleno derecho del Politburo del Partido Comunista
de Vietnam, cargo que ocupó hasta 1982.
Tras su cese, dirigió la Comisión de Ciencia y Tecnología, y en
julio de 1992, le concedieron la orden de la estrella del oro, el honor
más alto del nuevo Vietnam socialista.
El general Giap no sólo fue un maestro en el arte de dirigir la
guerra revolucionaria, sino que además escribió sobre ella en 1961 su
famosa obra Guerra popular, ejército popular, un manual de la
guerra de guerrillas basado en su propia experiencia. En él establece
los tres fundamentos básicos que debe disponer un ejército popular para
lograr la victoria en la lucha contra el imperialismo: dirección,
organización y estrategia. La dirección del Partido Comunista, una
férrea disciplina militar y una línea política adecuada a las
condiciones económicas, sociales y políticas del país.
Definió la guerra popular como una guerra de combate para el
pueblo y por el pueblo, mientras que la guerra de guerrillas es
simplemente un método del combate. La guerra popular es un concepto más
general. Es un concepto sintetizado. Es una guerra a la vez militar,
económica y política. La guerra popular no sólo la hace un
ejército, por más que sea popular, sino que la hace todo el pueblo
porque es imposible que un ejército revolucionario, por sí mismo, pueda
lograr la victoria contra la reacción, sino que es todo el pueblo el que
tiene que participar y ayudar en una lucha, que necesariamente debe ser
prolongada.
Como buen guerrillero, Giap sabía que el éxito de la victoria
cuando hay una desproporción tan grande de fuerzas, se basa en al
iniciativa, la audacia y la sorpresa, lo que exige que el ejército
revolucionario se desplace continuamente. Destacó como un genio de la
logística, capaz de movilizar continuamente importantes contingentes de
tropas, siguiendo los principios de la guerra de movimientos. Lo hizo
así contra los colonialistas franceses en 1951, infiltrando a un
ejército entero a través de las líneas enemigas en el delta del río
Mekong, y otra vez adelantando la ofensiva de Tet en 1968 contra los
estadounidenses, cuando situó a millares de hombres y toneladas de
aprovisionamientos para un ataque simultáneo contra 35 centros
estratégicos del sur.
La batalla de Ia Drang (19 de octubre-27 de noviembre de 1965)
fue una de las más importantes del combate para ambos bandos durante la
guerra de liberación de Vietnam. Tras ella el general imperialista
Westmoreland creyó que la movilidad aérea y la potencia de fuego en gran
escala serían la respuesta a la estrategia de Giap, pero éste apostó a
sus soldados tan cerca de las líneas americanas que los B-52 soltaban
las bombas encima de sus propias filas.
Todavía hoy las tácticas guerrilleras de Giap constituyen una de
las fuentes de información más importantes del ejército norteamericano
para aplastar a las fuerzas revolucionarias. Los imperialistas tienen
toda la información, pero no tienen lo más importante: a las masas que
desafían sus macabros designios de saqueo y destrucción. Son conscientes
que si las masas se incorporan a la guerra revolucionaria, están
perdidos. Por eso tratan de evitarlo y se esfuerzan por aislar a los
destacamentos guerrilleros del pueblo, tanto con la represión como con
el engaño. Pero también saben que no podrán matener indefinidamente ni
una cosa ni otra...
Material copiado
Casi todo el material publicado en este blog, ha sido extraido de ANTORCHA órgano de comunicación del Partido Comunista de España (reconstituido). Otros que pertenecen a otras fuentes, son siempre bién señaladas.
Son trabajos con una estupenda elaboración y se trata de publicitarlos lo máximo posible en estos tiempos que corren.
Son imprescindibles.
No he podido pedir autorización para la publicación de los mismos, pero estoy seguro de que contaría con ella sin duda alguna.
Salud y República Popular.
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